Damian Lillard y el momento desgarrador que conmocionó la NBA: sospecha de rotura de Aquiles
La desgarradora lesión de Damian Lillard: ¿rotura de Aquiles?
El 27 de abril de 2025, durante el Game 4 de la primera ronda de playoffs entre los Milwaukee Bucks y los Indiana Pacers, Damian Lillard vivió un momento trágico que dejó a todos los aficionados y jugadores conmocionados. Mientras intentaba atrapar un rebote ofensivo, Lillard sufrió una lesión no contacto en su pierna izquierda, derrapando al suelo y mostrándose en evidente dolor. Las imágenes mostraron al base de 34 años sentado en la cancha, agarrando su tobillo con expresión de incredulidad, antes de ser ayudado a salir sin poder apoyar el pie. Según Chris Haynes, el temor inicial era que Lillard hubiera sufrido una rotura del tendón de Aquiles, una lesión que pondría en peligro no solo su futuro inmediato, sino también su carrera.
Detalles de la lesión y el pronóstico
Lillard, quien había regresado recientemente tras superar un tromboembolismo venoso profundo en la pantorrilla derecha que lo mantuvo fuera de 14 partidos de la temporada regular, colapsó tras un movimiento rutinario en la cancha. Testigos informaron que Lillard se llevó ambas manos a la parte inferior de la pierna izquierda, cerca del talón, sin poder levantarse hasta ser asistido por sus compañeros. Tras el partido, el entrenador de los Bucks, Doc Rivers, confirmó que el pronóstico de la lesión "no es alentador" y se programó una resonancia magnética (MRI) para el 28 de abril. Si se confirma la rotura del Aquiles, Lillard podría enfrentar una recuperación de 8 a 12 meses, poniendo en riesgo no solo el resto de los playoffs, sino también su participación en la temporada 2025-26, e incluso el final de su carrera en el más alto nivel.
Impacto emocional y deportivo: el sueño de un título truncado
Este momento es especialmente doloroso para Lillard, quien en 2023 dejó a los Portland Trail Blazers en busca de un anillo de campeonato con los Milwaukee Bucks. En el Game 2 de esta serie, ya se evidenciaron las secuelas de su anterior lesión, con un rendimiento por debajo de lo esperado (14 puntos y 24% en tiros de campo). La posible rotura del Aquiles añade un golpe amargo a su legado, con CBS Sports comentando que "es una puñalada más en lo que ha sido un final de carrera lleno de obstáculos". Con 34 años, Lillard entra en una etapa crítica de su carrera, y la historia muestra que los bases suelen tener dificultades para recuperarse de lesiones tan graves, como lo evidencian los casos de Kobe Bryant y Chauncey Billups.
Reacciones inmediatas y consecuencias para los Bucks
La lesión de Lillard no solo afecta al jugador, sino a los Bucks como equipo. Sin su estrella, y con Giannis Antetokounmpo también limitado por molestias físicas, Milwaukee cayó ante los Pacers por 103-129, dejando a los Bucks al borde de la eliminación con una desventaja de 3-1 en la serie. En redes sociales, el hashtag #PrayForDame se convirtió en tendencia, con figuras como Charles Barkley de Inside the NBA destacando la gravedad del momento: "Viste en su cara que sabía que era grave. Es devastador". La gran incógnita para Milwaukee es si podrán reconstruir su proyecto alrededor de un Lillard mermado físicamente, o si este incidente marca el fin de su ventana competitiva.
Un final injusto para un jugador legendario
Damian Lillard, reconocido por su lealtad y su capacidad para tomar decisiones en momentos cruciales, merecía un desenlace distinto en su carrera. Tras un sacrificio personal para acelerar su regreso tras el tromboembolismo, Lillard se enfrenta ahora a la peor pesadilla en el peor momento. Mientras espera el diagnóstico médico definitivo, la NBA reflexiona sobre la fragilidad de sus estrellas y los costos humanos que conlleva la búsqueda incansable de gloria. Con el futuro de Lillard en vilo, el impacto de su lesión resuena más allá de los playoffs, dejando una huella dolorosa en el baloncesto profesional.