¿Cardio o fuerza primero? El orden ideal en el gimnasio para adelgazar y tonificar eficazmente

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Al diseñar una rutina de gimnasio enfocada en adelgazar y tonificar el cuerpo, es esencial determinar el orden adecuado entre los ejercicios de cardio y fuerza. La secuencia en que se realizan puede influir significativamente en la eficacia del entrenamiento y en la consecución de los objetivos deseados.

Priorizar según el objetivo

La elección del orden entre cardio y fuerza debe basarse en el objetivo principal del entrenamiento:

  • Si el objetivo es mejorar la fuerza y la composición corporal: Es recomendable iniciar con ejercicios de fuerza. Comenzar con la musculación permite abordar estos ejercicios con energía y técnica óptimas, evitando la fatiga que podría ocasionar una sesión de cardio previa. Esto es especialmente relevante si se busca la hipertrofia muscular o el aumento de la fuerza.

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  • Si el objetivo es mejorar la resistencia cardiovascular: En este caso, es aconsejable comenzar con el entrenamiento cardiovascular. Al iniciar con cardio, se puede maximizar el rendimiento aeróbico antes de que la fatiga muscular de los ejercicios de fuerza influya en la calidad de la sesión cardiovascular.

Beneficios de combinar cardio y fuerza

Integrar tanto ejercicios cardiovasculares como de fuerza en la rutina semanal ofrece múltiples beneficios:

  • Pérdida de grasa: El entrenamiento de fuerza ayuda a mantener y aumentar la masa muscular, lo que incrementa el metabolismo basal y favorece la quema de calorías en reposo. Al combinarlo con sesiones de cardio, se potencia la reducción de grasa corporal.

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  • Mejora de la salud cardiovascular: El cardio fortalece el corazón y los pulmones, mejorando la eficiencia del sistema cardiovascular.

  • Aumento de la fuerza y resistencia muscular: Los ejercicios de fuerza incrementan la capacidad muscular, mientras que el cardio mejora la resistencia, permitiendo entrenamientos más prolongados y efectivos.

Recomendaciones prácticas

Para estructurar una rutina equilibrada y efectiva:

  • Frecuencia semanal:

    • Entrenamientos de fuerza: Realizar de 2 a 3 sesiones semanales, enfocándose en todos los grupos musculares.
    • Entrenamientos de cardio: Incorporar de 2 a 3 sesiones semanales, variando entre actividades como correr, nadar o clases dirigidas.
  • Duración e intensidad:

    • Fuerza: Sesiones de 45 a 60 minutos, con énfasis en la técnica y la progresión gradual de cargas.
    • Cardio: Sesiones de 30 a 45 minutos, alternando entre intensidades moderadas y altas para maximizar la quema de calorías.
  • Orden de los ejercicios: Como se mencionó, si el objetivo principal es la tonificación y el desarrollo muscular, es preferible comenzar con fuerza y luego realizar cardio. Si la prioridad es mejorar la resistencia cardiovascular, iniciar con cardio es lo más adecuado.

  • Descanso y recuperación: Es vital permitir que el cuerpo se recupere adecuadamente. Se recomienda al menos un día de descanso completo a la semana y asegurar un sueño reparador.

 

El orden de los ejercicios de cardio y fuerza en una rutina de gimnasio debe alinearse con los objetivos específicos de cada persona. Una planificación adecuada, que considere la secuencia de los entrenamientos y la combinación de ambos tipos de ejercicio, maximizará los resultados en términos de pérdida de grasa y tonificación muscular. Además, es fundamental escuchar al cuerpo y ajustar la rutina según las necesidades individuales, asegurando una progresión segura y efectiva.