¿Quieres ser astronauta? Aquí te contamos cómo ponerte en forma para conquistar el espacio

pexels-nivdex-796206

¿Te imaginas flotando entre estrellas y viendo la Tierra desde lo alto? Pues, con los avances tecnológicos de los vuelos espaciales comerciales, esa fantasía está más cerca que nunca. Pero, antes de poner un pie en la luna, hay algo que deberías saber: no es solo cuestión de decir "quiero ser astronauta" y listo. Para sobrevivir al espacio, necesitas estar más en forma que nunca. Y no hablamos solo de músculo, sino de prepararte como un verdadero profesional. Así que, si tienes el coraje, toma nota de estos tips para que tu cuerpo aguante el vació.

1. Resistencia cardiovascular: el corazón no se puede quedar atrás

El espacio no es un lugar para un corazón flojo. La falta de gravedad pone a prueba el sistema cardiovascular, por lo que tu corazón y pulmones deben ser unos guerreros. ¿Cómo lo haces? Simple: corre, nada, pedalea. Haz que tu cuerpo se acostumbre a esfuerzos largos, porque cuando subas al espacio, tu corazón tendrá que funcionar con más eficiencia para enfrentar lo que viene. La idea es que tu capacidad cardiovascular sea lo suficientemente buena como para mantenerte de pie cuando las cosas se pongan difíciles (o cuando flotes en el vacío).

2. Fuerza muscular: ¡olvídate de flotar como un jellyfish!

La ingravidez es un tema serio. Si bien no vas a estar haciendo flexiones a lo "Iron Man", tus músculos se verán amenazados por la falta de peso. Y claro, cuando regresas a la Tierra, te va a costar moverte si no has entrenado lo suficiente. Lo que tienes que hacer es mantener una rutina de ejercicios de fuerza, como pesas, abdominales o flexiones. Mantén esos músculos trabajando y sobre todo, prepárate para que no se desintegren en el espacio. Con fuerza, tu cuerpo resistirá mejor el caos de la gravedad cero.

3. Flexibilidad y equilibrio: flotar no es tan fácil

En el espacio, nada es lineal. El concepto de caminar y mover el cuerpo cambia por completo. Practicar yoga o pilates no es solo para estar relajado o bien estirado, sino para aprender a moverte con gracia. Vas a necesitar agilidad y control. Así que, además de fortalecer el cuerpo, debes enseñarle a tu cuerpo a mantenerse equilibrado. Si lo logras en la Tierra, ¡más fácil será cuando estés flotando!

4. Prepárate mentalmente para el caos espacial

El espacio no es solo una cuestión física. Imagina estar rodeado de silencio, sin el sonido del viento ni la gente a tu alrededor, y todo esto mientras tu reloj se desajusta porque el ritmo circadiano ya no sirve en el espacio. Este ambiente puede afectar tanto tu cuerpo como tu mente, por eso necesitas prepararte mentalmente. Aquí entra la meditación, la relajación y el simple hecho de mantener una rutina de sueño constante para aguantar los efectos del estrés y el aislamiento.

5. Alimentación: el espacio no perdona malas decisiones

No puedes irte al espacio con una dieta de comida rápida. La nutrición es clave, y no solo para tener un buen cuerpo, sino para sobrevivir. Necesitas una dieta equilibrada llena de proteínas, carbohidratos y grasas saludables. Olvídate del alcohol y las chucherías. Mantente bien hidratado, porque en el espacio, el cuerpo se deshidrata más rápido de lo que imaginas. Cuida lo que comes, porque una buena alimentación es lo que te va a permitir aguantar cada ejercicio y los desafíos del espacio.

 El espacio no es para todos, pero si lo quieres, prepárate como un campeón

Sí, el viaje al espacio suena impresionante, pero también es un reto físico y mental. Si quieres ser uno de esos locos que pisan la luna o se lanzan en un vuelo suborbital, empieza a entrenar. Y no solo para tener músculos de hierro, sino también para que tu cabeza se mantenga firme cuando todo el universo gire a tu alrededor. Al final, con disciplina, constancia y el entrenamiento adecuado, el espacio no será un sueño lejano, será un lugar al que tú también podrás llegar.