CARLO ANCELOTTI

La acusación de fraude contra Ancelotti revive su pasado: "Era íntimo de Berlusconi"

Carlo Ancelotti y Silvio Berlusconi

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, vuelve a estar en el foco mediático, esta vez no por su trayectoria deportiva ni por los éxitos en el banquillo, sino por los problemas legales que arrastra con Hacienda. La reciente reapertura de su causa por fraude fiscal, que le acusa de haber defraudado más de un millón de euros al fisco español durante su anterior etapa en el club blanco, ha desatado una ola de críticas y comentarios en redes sociales y medios, donde algunas voces han rescatado un aspecto de su vida privada y política poco comentado hasta ahora: su estrecha amistad con Silvio Berlusconi.

Ancelotti, figura respetada y carismática en el mundo del fútbol, siempre ha mantenido un perfil público moderado, alejado de polémicas, pero su relación personal y profesional con el que fuera tres veces primer ministro de Italia y uno de los políticos más controvertidos del país, ha vuelto a salir a la luz. Quienes ahora critican al técnico italiano lo hacen subrayando su cercanía con Berlusconi, a quien no solo dirigió en el AC Milan durante sus años dorados, sino con quien también mantuvo una amistad personal duradera, cargada de elogios mutuos. Para algunos, esa conexión refuerza una narrativa incómoda: la de un entrenador que siempre ha sabido moverse cerca del poder.

En redes sociales no han tardado en aparecer comentarios que mezclan el actual proceso judicial con su pasado en Italia. “Amigo de Berlusconi, ahora acusado de fraude… qué sorpresa”, ironizaba un usuario en X, mientras otros recuerdan cómo Berlusconi también tuvo sus propios escándalos fiscales y judiciales. La comparación ha sido inevitable para una parte de la opinión pública, que ve paralelismos en los perfiles de ambos: exitosos, influyentes y envueltos en polémicas legales en algún momento de sus carreras.

La Fiscalía acusa a Ancelotti de haber simulado no residir en España entre 2014 y 2015, ocultando ingresos de derechos de imagen a través de una compleja estructura de sociedades interpuestas. El técnico, por su parte, niega las acusaciones y asegura que regularizó su situación en su momento, aunque el caso ha sido reabierto y ahora se enfrenta a una posible condena penal.

Desde el Real Madrid no han hecho comentarios oficiales sobre el asunto, y en lo deportivo, el equipo sigue compitiendo al más alto nivel. Pero en un contexto donde la imagen pública lo es todo, las críticas y asociaciones personales como la que lo vinculan con Berlusconi pueden dañar el aura de intachable serenidad que siempre ha rodeado a Ancelotti.

Habrá que ver cómo evoluciona su proceso judicial, pero lo cierto es que el técnico italiano, uno de los más laureados de la historia, atraviesa uno de sus momentos más incómodos fuera del campo. Y, como ocurre a menudo en este tipo de casos, el juicio social ya ha comenzado mucho antes que el judicial.