ATLÉTICO DE MADRID

Un aficionado del Atlético de Madrid, al Kun Agüero por una broma que le hizo: "¡Ahora no, gilipollas!"

El Kun

El fútbol no solo deja goles y títulos, sino también anécdotas que con el tiempo se convierten en historias curiosas. Una de ellas la ha contado recientemente Sergio 'Kun' Agüero, recordando una broma que solía hacer cuando jugaba en el Atlético de Madrid, pero que en una ocasión no salió como esperaba.

La broma habitual del Kun

El delantero argentino, conocido por su carisma y sentido del humor, explicó que en sus años como rojiblanco tenía una costumbre peculiar cuando los aficionados le pedían una foto. Su juego era sencillo: al principio se negaba rotundamente, con un tono serio, para luego dar marcha atrás y acceder con una sonrisa.

"Cuando venía un aficionado y me pedía una foto, le decía: 'No, no, no me jodás, no quiero fotos'. Y cuando veía que el pobre se quedaba chafado en una esquina, le sonreía y le decía: 'Venga, sí'", relató Agüero entre risas.

Sin embargo, no todos los hinchas entendieron su humor de la misma manera. Un día, el Kun decidió hacerle la broma a un seguidor del Atlético de Madrid y el resultado fue muy distinto al esperado.

Un hincha rojiblanco que no se lo tomó bien

Según el propio exjugador, aquel aficionado le expresó su admiración y le pidió una foto con entusiasmo. Siguiendo su rutina, Agüero le respondió con su ya habitual "no" en tono serio. El fanático, visiblemente decepcionado, se apartó, pero cuando el Kun intentó redimirse y le explicó que solo era una broma, recibió una respuesta inesperada.

"Le dije que sí, que era solo una broma, pero me respondió fatal: 'Ahora no quiero yo nada, gilipollas'", confesó Agüero.

Una lección de madurez

El exdelantero, ahora retirado del fútbol, reconoció que en aquel entonces, con solo 19 años, no tenía la madurez suficiente para entender que no todos los aficionados reaccionan igual y que el respeto es clave cuando se trata de interacciones con el público.

"Era joven y no me daba cuenta de que estas cosas pueden sentar mal. Aprendí que hay que tener más cuidado y respeto", admitió.

Esta anécdota, lejos de quedar como un simple malentendido, refleja cómo el tiempo y la experiencia ayudan a los futbolistas a crecer no solo dentro del campo, sino también fuera de él.