Así hechó Florentino Pérez a los Ultras Sur: este fue el motivo

Uno de los grandes logros silenciosos de Florentino Pérez al frente del Real Madrid no se firmó ni en un campo de fútbol ni en una oficina de fichajes. Fue en la grada. Y es que el presidente logró algo que parecía impensable: echar a los Ultras Sur del Santiago Bernabéu, un grupo que durante décadas había dominado el fondo sur del estadio y cuyo nombre siempre estuvo asociado a violencia, ideología radical y polémica.
Pero ¿cómo lo hizo? ¿Por qué tomó esa decisión? ¿Qué pasó realmente con los Ultras Sur? Esta es la historia real, más allá del relato distorsionado que ha circulado en los últimos años.
El objetivo de Florentino: recuperar el control de la grada
Desde sus primeras etapas como presidente, Florentino Pérez tenía clara una idea: acabar con el poder desmedido de un grupo ultra que hacía negocio con entradas, tifos y viajes del equipo, y cuya presencia empezaba a incomodar dentro y fuera del estadio.
Aunque Ultras Sur era un grupo plural —formado por distintas “tribus” sociales—, con el paso del tiempo su núcleo más radical, vinculado al movimiento neonazi y al tráfico de drogas, comenzó a ganar terreno. Incluso se daban casos donde algunos de sus miembros estaban implicados en agresiones e incluso asesinatos. La situación era cada vez más difícil de sostener.
El punto de ruptura: una batalla campal en 2013
El detonante definitivo llegó el 9 de noviembre de 2013, en un partido entre Real Madrid y Real Sociedad. Aquel día, a las afueras del estadio, el bar Drakkar fue testigo de una brutal pelea interna entre facciones de Ultras Sur: los veteranos, más cercanos al club, contra los jóvenes, mucho más violentos.
La pelea terminó con varios heridos y detenidos, y marcó un antes y un después. Los veteranos decidieron desmarcarse del grupo, denunciaron la situación interna y ofrecieron su apoyo a Florentino para renovar por completo el modelo de animación.
El nacimiento de la Grada Fans RMCF
Con esa base, Florentino Pérez y su mano derecha, Manolo Redondo, diseñaron una estrategia para expulsar a los elementos más conflictivos. Lo hicieron con el apoyo de antiguos miembros que renegaron de la deriva del grupo y ayudaron a montar una nueva estructura: la Grada Fans RMCF, que hoy ocupa el fondo sur del Bernabéu.
El club lo anunció de forma oficial:
“El Real Madrid comunica que procederá a la reorganización completa de la Grada de Animación del Fondo Sur del estadio Santiago Bernabéu”.
Los socios implicados en actos violentos fueron expulsados, mientras que otros miembros de Ultras Sur fueron recolocados lejos del fondo sur, aunque muchos siguen conservando su abono.
Control absoluto del club… pero sin alma
Hoy, la Grada Fans está compuesta por decenas de peñas, muchas de ellas de fuera de Madrid, pero el control lo ejercen principalmente cuatro: Primavera Blanca, La Clásica, Veteranos y North Fans RMCF. Todo pasa por el área social del club, que impone normas claras: prohibido criticar a la directiva, cantar contra el palco o mostrar mensajes incómodos.
Aunque el cambio trajo paz y orden al Bernabéu, muchos aficionados coinciden en que la animación ha perdido fuerza. La grada ya no ruge como antes, y hasta el propio club ha reconocido en varias ocasiones que el ambiente en Liga deja mucho que desear.
¿Y Ultras Sur? ¿Desaparecieron?
No del todo. Aunque como organización están lejos de lo que fueron, siguen existiendo como grupo. Conservan su identidad, su estética, sus puntos de reunión —como la calle Marceliano Santamaría, conocida como la calle de los ultras— y todavía organizan recibimientos y tifos antes de partidos importantes.
Eso sí, el club los mantiene lejos del foco. La marca Ultras Sur continúa generando rechazo en el Real Madrid por su vínculo con la violencia y la extrema derecha, y su regreso al estadio se considera inviable.
Las sombras de la Grada Fans
Pese a los esfuerzos del club, no todo ha sido ejemplaridad en la nueva grada. Carlos Clara, uno de sus miembros más visibles, fue condenado por agresión tras golpear a otro aficionado en el bar José Luis. Además, ha protagonizado otros altercados, incluyendo peleas en los vomitorios del estadio, lo que demuestra que el problema de la violencia no ha desaparecido por completo.
¿Una grada más segura o un Bernabéu descafeinado?
El movimiento de Florentino Pérez fue valiente y necesario. Echar a Ultras Sur supuso acabar con una estructura tóxica que se había enquistado en el club. Pero a cambio, muchos consideran que el ambiente del Bernabéu ha perdido espontaneidad, autenticidad y pasión.
¿Era el precio a pagar? Para el presidente, la respuesta ha sido clara: control total sobre la grada, incluso si eso implica apagar el rugido del coliseo blanco.