El Barcelona coquetea con Enrique Cerezo para usar el Metropolitano del Atlético como su estadio en Champions

La reforma del Camp Nou avanza más lentamente de lo que el FC Barcelona había proyectado, lo que está generando nuevos desafíos para el club. Las obras, que podrían retrasarse hasta un año, han obligado a descartar el regreso al estadio para febrero de 2025, fecha prevista inicialmente para las eliminatorias de la Champions League. Esto deja a los blaugranas ante la tarea de encontrar un estadio alternativo para disputar los partidos de la competición europea.
Problemas con Montjuïc
El Estadio Olímpico de Montjuïc, actual hogar temporal del Barça, no será una opción para los partidos de las fases finales de la Champions. Según informa MARCA, el Ayuntamiento de Barcelona ya tiene compromisos con otros eventos en esas fechas, lo que ha dejado al club en la necesidad de buscar soluciones fuera de la ciudad.
El Metropolitano, una posibilidad sobre la mesa
Una de las alternativas que el Barcelona estaría considerando es el Metropolitano, el estadio del Atlético de Madrid. Con capacidad para más de 72.000 espectadores y una infraestructura moderna que cumple con los estándares de la UEFA, este recinto se presenta como una opción atractiva para los partidos europeos del club. Sin embargo, la distancia entre Barcelona y Madrid supone un desafío logístico significativo, tanto para el equipo como para los aficionados.
Además, cualquier acuerdo con el Atlético de Madrid requerirá negociaciones cuidadosas, ya que el uso compartido del estadio podría coincidir con momentos clave de la temporada para ambos clubes.
Estadios más cercanos, opciones limitadas
El club catalán también está explorando alternativas más próximas geográficamente, como el Mestalla en Valencia, que tiene capacidad para 50.000 espectadores. Sin embargo, este estadio presenta un aforo más limitado en comparación con el Camp Nou o el Metropolitano.
Otra opción sería el RCDE Stadium del Espanyol, situado en Cornellà-El Prat. No obstante, la histórica rivalidad entre ambos clubes hace que esta opción pueda generar tensiones tanto entre las directivas como entre las aficiones. Otros estadios, como los del Girona o Lleida, han sido descartados por no cumplir con los requisitos mínimos de capacidad establecidos por la UEFA.
El impacto de los retrasos
La remodelación del Camp Nou es un proyecto clave para el futuro del Barcelona, tanto en términos económicos como deportivos. No obstante, los retrasos están poniendo a prueba la capacidad de la directiva para gestionar la transición sin afectar los intereses del equipo. Joan Laporta y su equipo tendrán que tomar decisiones rápidas y estratégicas para garantizar que el Barcelona pueda competir en las mejores condiciones en el escenario europeo.
Por ahora, el club sigue buscando la solución más viable mientras lidia con las consecuencias de un proyecto que avanza más despacio de lo esperado, generando retos logísticos y financieros en un momento crucial para la institución.