BARCELONA

Cazan a dos jugadores del Barça mofándose y humillando a un recogepelotas del Betis

Lo que comenzó como una interacción aparentemente trivial en el calentamiento previo al partido entre el Real Betis y el FC Barcelona terminó convirtiéndose en un momento incómodo. Aunque no es raro que los futbolistas tengan roces con los recogepelotas, lo ocurrido con Raphinha y Szczęsny dejó un sabor amargo y generó comentarios tras el encuentro.

La secuencia, captada por El Día Después, muestra a Raphinha practicando tiros a portería tras el calentamiento. En ese momento, un recogepelotas se acerca para pedirle los balones, ya que su labor consiste en reunirlos antes del inicio del partido. Sin embargo, el brasileño, con gestos algo airados, le indica que deje los balones donde están, iniciando un pequeño desencuentro.

El voluntario le señala que ya tiene tres balones para seguir practicando, pero a Raphinha parece no bastarle. Ante la tensión, el recogepelotas recurre a un miembro del staff del FC Barcelona, quien trata de calmar la situación asegurándole que resolverían el problema. Sin embargo, el episodio no terminó ahí.

Szczęsny también entra en escena

Mientras el joven recogepelotas continuaba con su tarea en otro punto del campo, se topó con Szczęsny, quien decidió bromear amablemente amagando con no entregarle uno de los balones. Aunque finalmente el portero cedió la pelota, la interacción no ayudó a aliviar el cansancio acumulado del voluntario, quien dejó escapar un suspiro de frustración ante lo que consideró una actitud poco colaborativa.

Una tarde para el olvido

Para Raphinha, esta no fue la jornada más destacada de su carrera. Más allá de este pequeño incidente, el brasileño tuvo un rendimiento discreto en el partido y terminó viendo desde el banquillo cómo el Real Betis lograba darle la vuelta al marcador. El entrenador decidió darle descanso pensando en la próxima cita de Champions League, aunque la imagen del futbolista quedó algo empañada tras el altercado.

Lo ocurrido sirve como recordatorio de que el fútbol no solo se juega en el campo, sino también en los gestos y actitudes hacia quienes hacen posible que todo funcione, incluidos los recogepelotas. A veces, lo más sencillo es lo que deja la mejor impresión.