REAL MADRID

El "compadreo" entre Florentino Pérez y Antonio García Ferreras da a Ana Pastor una entrevista con Mbappé

Ana Pastor y Mbappé
Ana Pastor y Mbappé

En el mundo del fútbol, las casualidades no existen. Mucho menos cuando se trata del Real Madrid y de una figura como Florentino Pérez, acostumbrado a manejar los tiempos, los silencios y, especialmente, los mensajes. Por eso ha sorprendido poco —aunque ha indignado a muchos— que la primera entrevista en España a Kylian Mbappé como jugador del Real Madrid haya sido concedida a Ana Pastor, periodista de La Sexta y, por si a alguien se le ha olvidado, pareja de Antonio García Ferreras, amigo personal del presidente blanco.

No es un ataque personal. No se cuestiona el currículo de Pastor, una profesional con años de experiencia. Pero sí se critica —y con razón— el sospechoso compadreo que rodea todo lo que ocurre alrededor del palco del Bernabéu, donde la línea entre la información y el interés personal hace tiempo que desapareció.

¿Una gran periodista o una elección por afinidad?

Según la propia Ana Pastor, la entrevista a Mbappé se venía gestando desde hace más de un año y medio. Pero justo ahora, recién llegado al Real Madrid y con una guerra mediática por ser el primero en conseguir esas ansiadas declaraciones, el jugador elige un programa de La Sexta para romper su silencio… ¿por qué? ¿Por el prestigio del formato? ¿Por el rigor de la periodista? ¿O porque al otro lado del sofá está la esposa del periodista más cercano al presidente del club?

Ferreras y Florentino mantienen una relación que ha sido objeto de reportajes, filtraciones y conversaciones privadas que han salido a la luz. No es un secreto. Es un hecho. Por eso cuesta creer que esta entrevista no forme parte de una estrategia perfectamente diseñada para controlar el relato, apaciguar la narrativa en torno a Mbappé y, de paso, cerrar filas con los medios “de casa”.

Una entrevista a medida del club

Lo más llamativo de todo este asunto no es solo la elección del medio o la periodista. Es el contexto. Mbappé, tras años de culebrón, promesas rotas, desplantes y millones en juego, llega por fin al Real Madrid. Y su primera entrevista no es con un periodista deportivo, no es en rueda de prensa, no es en un medio independiente o crítico. Es en El Objetivo, programa que poco o nada tiene que ver con el fútbol, conducido por una periodista ligada sentimental y profesionalmente a uno de los principales aliados mediáticos de Florentino Pérez.

El contenido de la entrevista, según se ha adelantado, incluirá temas personales, familiares, su relación con la comida española, su dominio del idioma... todo cuidadosamente presentado para humanizar al jugador, desviar la atención del dinero, las presiones políticas y el interminable tira y afloja con el PSG. El mensaje está claro: “Mbappé ya es nuestro, ahora toca que caiga bien”.

El eterno blindaje de Florentino

El problema aquí no es Ana Pastor. El problema es un sistema de relaciones cruzadas en el que Florentino Pérez siempre sale ganando. Controla cuándo habla Mbappé, dónde lo hace y con quién. Controla qué medios tienen acceso y cuáles no. Y sobre todo, controla el tono de la conversación pública. Porque mientras se pone el foco en lo “educado”, “natural” o “valiente” que ha sido el jugador en su entrevista, nadie se atreve a señalar el evidente conflicto de intereses que supone que esa exclusiva se le conceda a la pareja de uno de sus principales defensores mediáticos.

¿Periodismo o relaciones públicas?

La línea es cada vez más borrosa. Y este caso la ha desdibujado por completo. La entrevista a Mbappé no es solo un golpe informativo. Es un movimiento político, mediático y estratégico. Un episodio más del modelo de comunicación a medida que lleva años instaurado en el Real Madrid bajo el mando de Florentino Pérez. Un modelo donde los favores, las relaciones y los silencios valen más que las preguntas incómodas.

Y sí, quizás la entrevista será buena. Quizás Mbappé dirá cosas interesantes. Pero no nos engañemos: el verdadero protagonista no está delante de la cámara, sino detrás del telón, manejando los hilos como siempre. Su nombre es Florentino Pérez.

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