Cuando un árbitro reconoció que favoreció al Real Madrid en la final de Champions contra el Atlético: "El gol fue fuera de juego"
El gol anulado a Julián Álvarez en la tanda de penaltis entre Atlético de Madrid y Real Madrid ha reavivado una sensación conocida: el Real Madrid, una vez más, salió favorecido en una decisión arbitral clave en la Champions League. No es la primera vez que ocurre, y para encontrar un precedente claro, basta con remontarse a la final de 2016, cuando el colegiado Mark Clattenburg reconoció públicamente que el Real Madrid se benefició de un gol en fuera de juego y que él mismo usó ese error para condicionar el resto del partido.
La similitud entre ambos casos no es solo el perjuicio para el Atlético de Madrid, sino la sensación de impunidad con la que se toman estas decisiones, que terminan beneficiando al equipo blanco en momentos decisivos.
El gol en fuera de juego que el árbitro "compensó"
En la final de la Champions de 2016, el Real Madrid abrió el marcador con un gol de Sergio Ramos en fuera de juego, una jugada que el árbitro inglés Mark Clattenburg y su equipo no vieron en el momento, pero sí en el descanso. Así lo admitió el propio Clattenburg años después en una entrevista con el Daily Mail, reconociendo que el tanto no debió haber subido al marcador.
En la segunda mitad, se señaló un penalti a favor del Real Madrid tras un contacto entre Fernando Torres y Pepe. Ante las protestas del defensa portugués, Clattenburg decidió responderle de una forma insólita:
"Vuestro primer gol no debería haber subido al marcador".
Según el árbitro, esta afirmación sirvió para que Pepe dejara de protestar, ya que el Madrid ya se había beneficiado de un error arbitral importante.
La justificación del árbitro es escalofriante:
"Los árbitros no pensamos que dos errores hacen un acierto, pero los jugadores sí".
Es decir, Clattenburg admitió que la final estuvo condicionada por fallos arbitrales y que, en lugar de corregir el rumbo del partido, se limitó a manejar las emociones de los jugadores.
El penalti de Julián Álvarez: una jugada mal interpretada que favoreció al Madrid
Ahora, casi una década después, el Atlético de Madrid vuelve a vivir una injusticia en una eliminatoria contra el Real Madrid. En esta ocasión, el protagonista ha sido el árbitro Szymon Marciniak, quien anuló un gol de penalti de Julián Álvarez en la tanda definitiva.
El argumento del árbitro fue que el delantero argentino tocó el balón dos veces antes de que entrara en la portería, una interpretación de la norma que no ha sido aplicada de manera uniforme en el pasado. De hecho, en 1999, la FIFA determinó que un gol similar debía ser válido, ya que el segundo toque no fue intencionado.
A pesar de que este precedente existe, ninguno de los analistas arbitrales más influyentes ha querido abrir el debate sobre si la decisión fue errónea, salvo Manu Carreño en El Larguero. Una vez más, el Real Madrid se vio beneficiado por una interpretación polémica del reglamento, en un contexto en el que el Atlético de Madrid se jugaba la clasificación a cuartos de final.
Una historia que se repite
El caso de Clattenburg en 2016 y el de Marciniak en 2024 tienen puntos en común que dejan una sensación de déjà vu:
✅ El Real Madrid se beneficia de decisiones arbitrales en Champions.
✅ El Atlético de Madrid es el perjudicado en un partido decisivo.
✅ El árbitro no aplica la norma de manera coherente con otros casos anteriores.
✅ Los grandes medios de comunicación no cuestionan la decisión.
Más allá del debate puntual sobre la jugada de Álvarez, el problema es más profundo: cada vez que una decisión controvertida en Champions favorece al Real Madrid, el debate se cierra rápidamente, los medios justifican la decisión y el caso se olvida en pocos días.
El Atlético de Madrid ya ha sufrido esta historia antes. Lo preocupante es que, mientras el Real Madrid siga siendo el beneficiado, parece que seguirá ocurriendo en el futuro.