El departamento legal del Atlético de Madrid buscará inhabilitar al ábritro que anuló el penalti
El Atlético de Madrid está decidido a elevar su descontento con la actuación arbitral en su eliminatoria contra el Real Madrid ante el Tribunal de Amparo de la FIFA, según fuentes cercanas al club. Tras quedar eliminado en la tanda de penaltis de los octavos de final de la Champions League, la entidad rojiblanca ha movilizado a su equipo legal para estudiar una posible denuncia. Más allá de una hipotética repetición de la tanda, el objetivo principal es evidenciar la incorrecta aplicación del reglamento por parte del árbitro Szymon Marciniak e incluso solicitar su inhabilitación. Los contactos entre los dirigentes colchoneros y los organismos futbolísticos están en marcha y buscan una acción contundente.
El papel de Miguel Ángel Gil y su estrategia en la UEFA
Uno de los factores clave en esta acción es la influencia de Miguel Ángel Gil, máximo accionista del club y vicepresidente de la Asociación de Clubes Europeos (ECA). Desde el entorno rojiblanco aseguran que esta denuncia no solo tiene el propósito de impugnar la decisión arbitral, sino también el de presionar para que Gil acceda al comité de selección de árbitros internacionales. Si bien la posibilidad de que se repita la tanda de penaltis es remota, el club busca abrir un debate sobre la correcta aplicación del reglamento en este tipo de jugadas.
Un precedente que desafía la decisión arbitral
El Atlético de Madrid basa su argumentación en un caso previo que podría poner en entredicho la decisión de Marciniak. El penalti anulado a Julián Álvarez, tras tocar involuntariamente el balón con ambos pies, guarda similitud con una situación ocurrida en 1999 durante un partido entre Boca Juniors y Platense. En aquella ocasión, Martín Palermo también impactó dos veces el balón tras resbalar, pero la International Football Association Board (IFAB) determinó que el gol debía ser válido al no tratarse de un acto intencionado.
Según un comunicado de la FIFA del 12 de mayo de 1999, “el jugador tocó accidentalmente el balón por segunda vez tras un resbalón, antes de que entrara en el arco. Ese hecho no puede considerarse como un acto voluntario y, según el espíritu de las reglas de juego, el árbitro concedió correctamente el tanto”. Este precedente sería clave en la defensa del Atlético, que argumenta que la anulación del penalti de Julián Álvarez fue un error de aplicación del reglamento.
La postura de la UEFA y el debate sobre la norma
Tras la controversia, la UEFA emitió un comunicado en el que justificó la anulación del penalti de Julián Álvarez. Según el organismo, el jugador tocó mínimamente el balón con el pie de apoyo antes de golpearlo, lo que llevó al VAR a advertir al árbitro, quien decidió invalidarlo conforme a la regla 14.1 del reglamento.
Sin embargo, en el mismo comunicado, la UEFA admite que han surgido dudas sobre la aplicación de la norma en casos donde el doble toque es involuntario. Por este motivo, han anunciado la apertura de un debate con la FIFA y la IFAB para evaluar si se debe modificar o aclarar la interpretación de esta regla en el futuro.
Los objetivos del Atlético con su denuncia
El Atlético de Madrid es consciente de que revertir la eliminatoria o forzar una repetición de la tanda de penaltis es casi imposible. No obstante, el club busca que la UEFA reconozca que hubo un error en la aplicación del reglamento y que se tomen medidas contra el árbitro Szymon Marciniak, a quien consideran responsable de una decisión errónea en un momento clave del partido.
Por otro lado, el club también señala que su capitán, quien debió detener el juego tras la anulación del penalti, no lo hizo, lo que les resta argumentos en su reclamación. Aun así, la intención de la denuncia es generar un precedente para que, en futuras competiciones, este tipo de situaciones se revisen con mayor profundidad y se eviten decisiones similares.
Atlético de Madrid vs. UEFA: una relación tensa
El Atlético de Madrid no es ajeno a las controversias arbitrales en la Champions League. En los últimos años, el club ha tenido varios desencuentros con la UEFA, alimentando una sensación de injusticia en su entorno. La rapidez con la que se resolvió esta acción tan decisiva ha incrementado la percepción de que el Atlético es tratado de manera desigual en las competiciones europeas.
Con esta denuncia, el club rojiblanco busca enviar un mensaje claro: no aceptará decisiones arbitrales dudosas sin luchar por sus intereses. Ahora, la pelota está en el tejado de la UEFA y la FIFA, que deberán decidir si abren un debate sobre la normativa o si mantienen su postura de que la decisión fue correcta según el reglamento actual.