España se descose en la defensa

efe

La selección olímpica de fútbol de España muestra debilidades en su defensa. Han encajado cuatro goles en tres partidos, recibiendo más remates de los que generan en ataque en dos de ellos. Solo una selección ha logrado ser campeona con esa cantidad de goles recibidos en la fase de grupos desde que los Juegos Olímpicos se convirtieron en un torneo sub-23: Camerún, en Sídney 2000.

 

“Es evidente que los goles en contra influyen en la clasificación. Hay que mejorar en defensa. Si atacamos bien, defenderemos mejor, que es una de nuestras señas de identidad, porque mejoramos las vigilancias y la presión tras pérdida”, comentó Santi Denia a EFE después de la derrota 1-2 ante Egipto.

 

En ese partido, el entrenador rotó a todos sus jugadores salvo uno, Aimar Oroz, buscando renovar energías, pero perdió el primer puesto del Grupo C y dejó las peores impresiones hasta la fecha.

 

Y eso que no fueron completamente positivas en los dos partidos anteriores, a pesar de las victorias 1-2 contra Uzbekistán y 1-3 ante República Dominicana, que jugó con uno menos toda la segunda mitad, impidiendo al equipo dirigido por Ibai Gómez mantener el empate.

 

En esos encuentros, según el técnico, faltó fluidez en la circulación del balón y solidez defensiva.

 

Doce remates recibidos -siete a puerta- contra Uzbekistán, tres remates -uno a puerta- contra República Dominicana, y 20 remates -diez de ellos a puerta- por parte de Egipto. En total: 35 remates recibidos, 18 a puerta y cuatro goles encajados; esta cifra podría haber sido mayor si Alejandro Iturbe, en su debut en los Juegos Olímpicos, no hubiese realizado cuatro paradas destacadas.

 

Un bajo nivel defensivo que también se manifiesta en errores individuales. En el primer partido, Pau Cubarsí vio tarjeta en el minuto siete tras cometer una falta por un error en la salida de balón, y justo antes del descanso cometió un penalti por no ser contundente en el despeje. Se quedó en el banquillo para la segunda mitad.

 

Contra Egipto, Jon Pacheco erró en un pase atrás, sin precisión ni fuerza, facilitando el 0-2 de Egipto.

 

Dos errores graves de dos de los centrales con más minutos, junto a Eric García. Sin embargo, Santi Denia defendió a sus jugadores tras la derrota ante Egipto.

 

“A Pacheco le digo que siga. Creo en él. El año pasado nos aportó mucho en el Europeo y por eso está aquí. Seguimos confiando en él, igual que en Cubarsí. Estoy encantado con Jon y verás cómo nos seguirá dando mucho”, declaró.

 

Los malos números defensivos no auguran buenos resultados. Desde que el fútbol pasó a ser sub-23 en los Juegos Olímpicos, solo una selección ha ganado el oro tras encajar cuatro goles en la fase de grupos: Camerún, en Sídney 2000; torneo en el que encajaron cuatro en la fase de grupos, uno en cuartos, uno en semis y dos en la final.

 

Además, de ocho ediciones, solo otras tres selecciones han ganado el torneo encajando los mismos o más goles que España, con tres partidos más jugados, incluyendo prórrogas: Brasil en Tokio 2020 con cuatro (tres en fase de grupos, ninguno en semis y cuartos y uno en la final); México en Londres 2012 con cuatro (ninguno en fase de grupos, dos en cuartos, uno en semis y uno en la final); y Nigeria en Atlanta 1996 con seis (uno en fase de grupos, ninguno en cuartos, tres en semis y dos en la final).

 

“Mejorar en ataque para defender mejor”

 

Esa es la premisa de Santi Denia, el aspecto a mejorar de su equipo para llegar lejos, al menos a la lucha por las medallas, para la que tendrán que superar a Japón, selección que cerró la fase de grupos marcando siete goles y sin recibir ninguno.

 

La única, junto a Francia, que ha llegado a cuartos de final sin encajar goles; mientras que España, con cuatro, se une a Estados Unidos, también con cuatro, y Paraguay, con siete, marcado por la goleada 5-0 recibida ante Japón en el debut, en un partido en el que jugaron desde el minuto 25 con un jugador menos, siendo las selecciones en cuartos con más goles recibidos.

 

En goles anotados, España, con seis, está entre las mejores (solo superada por Japón y Francia con siete), a pesar de no generar más ocasiones que sus rivales en dos de los tres partidos de la fase de grupos.

 

Contra Egipto (19 a 20) y Uzbekistán (9 a 12), los de Santi Denia se fueron sin dominar en ataque. Ni en el juego, ya que la posesión (53% a 47% y 50% a 50%), una seña de identidad de España, tampoco les favorece.

 

Datos que no favorecen a España en su lucha por las medallas, con el objetivo de repetir el oro de Barcelona 1992, pero Santi Denia se mostró confiado.

 

“Yo sigo creyendo en ellos, me toca recuperarlos y convencerlos de que tenemos que jugar mejor al fútbol”, aseguró.

 

Un mensaje positivo del técnico antes de viajar a Lyon para enfrentarse a Japón en los cuartos de final, con un pase a semifinales en juego que asegura la lucha por las medallas.