Gabi quiere entrenar al Atlético de Madrid "en un futuro", pero un duro aspirante que tiene el cariño de la afición
Gabi Fernández ha dado el salto a los banquillos. Tras años como líder silencioso en el campo, ahora lo intenta desde la banda como técnico del Real Zaragoza, en una situación tan complicada como desafiante. Pero, en el horizonte, Gabi no esconde su verdadera ambición: entrenar algún día al Atlético de Madrid. Aunque sabe que no lo tendrá fácil. Hay otro ídolo rojiblanco que parte con ventaja en el corazón del Metropolitano: Fernando Torres.
Un objetivo a medio plazo: el banquillo del Atleti
Desde que colgó las botas, Gabi ha preparado con paciencia su salto a los banquillos. Se formó en el Getafe, rechazó ofertas, se mantuvo en segundo plano... hasta que llegó la llamada del Zaragoza. Su debut en La Romareda, en plena crisis clasificatoria del equipo, refleja bien su personalidad: carácter, liderazgo, compromiso con los retos difíciles.
“Puerta grande o enfermería, pero va a ser puerta grande. Lo tengo claro”, dijo Gabi tras su estreno en LALIGA Hypermotion.
Quienes le conocen bien saben que su gran sueño no es otro que regresar al Atlético de Madrid, esta vez como entrenador del primer equipo. Ser el heredero de Simeone. Seguir la estela del técnico que marcó una era.
Pero Gabi sabe que no está solo en esa carrera. Y que su principal competidor ya está en casa.
Fernando Torres, el preferido de la grada
Mientras Gabi lucha por salvar al Zaragoza, Fernando Torres ya entrena al Juvenil A del Atlético. El Niño va escalando peldaños con discreción pero con un respaldo muy sólido: el cariño unánime de la afición y una conexión emocional difícil de igualar.
Para muchos colchoneros, Torres representa los valores más puros del Atlético. Su figura, casi mítica, tiene un peso simbólico inmenso. Por eso, en cualquier quiniela sobre el día después de Simeone, su nombre aparece en primer lugar.
Y Gabi lo sabe. Y eso, aunque no lo diga públicamente, le duele.
Una rivalidad silenciosa
No hay declaraciones cruzadas, ni reproches, ni gestos feos. Pero entre Gabi y Torres hay una rivalidad latente, una pugna silenciosa por ser el próximo gran líder desde el banquillo rojiblanco. Ambos fueron capitanes. Ambos levantaron títulos. Ambos entienden el “partido a partido”. Pero solo uno podrá ocupar el trono cuando Simeone diga adiós.
La diferencia está en los tiempos y los afectos. Torres va más rápido, está dentro del club, y tiene detrás a la grada. Gabi, en cambio, quiere construir su camino desde fuera, acumulando experiencia en situaciones límite.
“Estoy con la intención de darle la vuelta a esta situación. He vivido esto como jugador, ahora me toca desde fuera”, dijo Gabi en COPE.
El legado de Simeone, un desafío enorme
Cuando Diego Pablo Simeone deje el banquillo —sea en uno, dos o cinco años—, el Atlético vivirá un terremoto institucional y emocional. No será una sustitución cualquiera. Será el final de una era. Y quien llegue deberá lidiar con un legado inmenso.
Por eso, en el club saben que la transición tiene que ser muy medida. No bastará con haber sido un ídolo. Hará falta capacidad de gestión, experiencia, carisma… y también el respaldo del vestuario y la afición.
¿Gabi o Torres? ¿Quién ganará el pulso?
Por ahora, el tiempo juega a favor de ambos. Gabi gana experiencia real en el fútbol profesional. Torres sigue creciendo en la cantera. La carrera está en marcha… pero solo uno se sentará algún día en el banquillo del Metropolitano como primer entrenador.
Y mientras tanto, la afición observa. Con cariño, sí. Pero también con una certeza: el relevo de Simeone será la decisión más difícil en la historia reciente del club.