La grada del Bernabéu irrita al vestuario: pitada bestial antes del choque con el Atlético de Madrid

El Real Madrid se prepara para una de sus citas más importantes de la temporada. Este miércoles, los de Carlo Ancelotti visitan el Estadio Metropolitano con el objetivo de sellar su pase a los cuartos de final de la Champions League tras el 2-1 conseguido en la ida. Sin embargo, antes de ese desafío, el equipo tuvo que afrontar un complicado duelo liguero contra el Rayo Vallecano, que solventó con otra victoria por la mínima (1-2).
A pesar del triunfo, el partido dejó un sabor amargo, pero no por el juego o el resultado, sino por la reacción del Santiago Bernabéu, que despidió a los suyos con pitos. Un comportamiento que no sorprende, pero que no gusta dentro del vestuario.
La afición del Bernabéu, juez implacable
No importa el contexto ni las circunstancias. Si un jugador del Real Madrid no rinde al máximo nivel en cada partido, la grada se lo hará saber. No hay margen para la relajación ni para la gestión de esfuerzos, ni siquiera en semanas clave como esta, en la que el equipo disputa dos encuentros de altísima exigencia en apenas unos días.
La afición madridista ha demostrado a lo largo de los años que solo le importa el rendimiento inmediato, sin considerar factores como el momento de forma, el cansancio acumulado o la gestión de minutos pensando en citas más importantes. Ante el Rayo Vallecano, el equipo ganó, pero no convenció, y eso bastó para que los silbidos retumbaran en Chamartín.
Jugadores como Kylian Mbappé o Vinicius Jr., autores de los goles, tampoco se libraron de la crítica de una grada que no entiende de treguas. Si no se brilla, se castiga.
Un comportamiento que incomoda al vestuario
Dentro del equipo, este tipo de situaciones no sientan bien. No es la primera vez que Carlo Ancelotti ha defendido públicamente a sus jugadores ante los pitos del Bernabéu. El técnico italiano entiende la exigencia, pero también considera que hay momentos en los que el equipo necesita el apoyo de su gente, y no una presión añadida.
Los propios futbolistas, aunque no lo expresen de forma abierta, sienten que el nivel de crítica es excesivo. En otras ligas europeas, la relación entre los equipos y sus aficionados suele ser más comprensiva, pero en el Real Madrid la exigencia está por encima de todo.
La trampa de la jornada previa a la Champions
El Real Madrid no fue el único equipo europeo que sufrió en esta jornada. El Bayern de Múnich perdió, al Liverpool y al Inter les costó mucho sacar sus partidos adelante… Es habitual que los clubes con compromisos en la Champions League bajen ligeramente el ritmo en la jornada anterior para no llegar desgastados a la eliminatoria.
A pesar de esto, la afición madridista no perdona ni una. El Bernabéu exige espectáculo cada tres días y no entiende de contextos. Da igual que el Atlético de Madrid esté en el horizonte. Lo único que importa es el presente inmediato.
Ancelotti y la queja por el calendario
El propio Carlo Ancelotti, tras el encuentro ante el Rayo, quiso recordar lo difícil que era afrontar este tipo de partidos antes de un choque decisivo en Champions:
"Hay muchos equipos que han jugado Champions que ayer y hoy no han ganado. Es muy difícil preparar estos partidos contra equipos que están bien, que pelean, que luchan, que juegan con intensidad", explicó el entrenador italiano.
Sin embargo, la grada del Santiago Bernabéu no entiende de excusas ni de planificación. Solo le vale la excelencia en cada partido. Y si el equipo no está a la altura de sus expectativas, el castigo será inmediato.
Este comportamiento ha sido una constante en la historia del club, y aunque ha forjado un equipo acostumbrado a la máxima presión, dentro del vestuario se empieza a percibir cierto desgaste con esta falta de margen de error. El Real Madrid se juega mucho en el Metropolitano, pero parece que a su afición le da igual. Si no convencen, los pitos volverán a aparecer.