¿Qué hubiera pasado si el apagón hubiera pillado en plena final de la Copa del Rey?
El reciente apagón que dejó sin luz a buena parte de España generó momentos de caos, desconcierto y supermercados vacíos. Pero muchos se hacen ahora una pregunta inquietante: ¿qué habría pasado si el corte eléctrico hubiese coincidido con la final de la Copa del Rey entre el Real Madrid y el FC Barcelona? El escenario, de solo pensarlo, resulta casi apocalíptico para millones de aficionados.
Un clásico convertido en final copera, emitido en prime time, con audiencias millonarias dentro y fuera de España, y con los dos clubes más seguidos del planeta. Si el país se hubiera quedado sin electricidad en plena emisión… las consecuencias políticas, sociales y hasta emocionales podrían haber sido históricas.
Twitter ardiendo, salones a oscuras y vecinos asomados al pasillo
Imaginemos: minuto 65, el partido está empatado, el VAR acaba de revisar un penalti y Vinicius encara a Ter Stegen… de pronto, todo se apaga. No hay luz, no hay WiFi, no hay televisión. Cientos de miles de hogares a oscuras, sin señal, sin saber qué está pasando. Twitter e Instagram se congelan. El caos digital está servido.
Los bares llenos se vacían entre gritos de frustración. Los salones familiares se convierten en improvisadas salas de crisis. Los vecinos salen al rellano a confirmar que no es solo “su tele” la que se ha apagado. Y todo esto, mientras en el estadio —La Cartuja, posiblemente colapsada— la retransmisión sigue… pero nadie la ve.
Consecuencias mediáticas y políticas
La RTVE enfrentaría una tormenta de proporciones bíblicas. En redes sociales, la teoría de la conspiración se extendería más rápido que el apagón: ¿Quién lo provocó? ¿Ha sido sabotaje? ¿Una cortina de humo? ¿Una prueba de resistencia?
Desde la oposición ya habría titulares cargados contra el Gobierno: “Ni siquiera pueden garantizar que se vea un Madrid-Barça en condiciones”. El Ejecutivo tendría que salir a explicar, con urgencia, la causa del apagón y dar la cara ante lo que millones considerarían una “cuestión de Estado”.
Caos en los bares, protestas en los hogares
Los bares y restaurantes que invirtieron en pantallas, promociones y reservas para la gran final verían arruinada su noche. Las redes se llenarían de vídeos grabados a oscuras, velas rodeando televisores apagados y aficionados gritando en la calle buscando señal en sus móviles.
Y si el apagón hubiera durado más de 10 minutos, los memes habrían sido imparables. Imágenes de Florentino Pérez enchufando un generador, Laporta con un mechero buscando la copa, e incluso teorías de que alguien “apagó el país” para evitar un gol del Barça o del Madrid.
El fútbol como nervio nacional
Más allá de la ficción, este ejercicio de especulación sirve para subrayar una realidad: el fútbol es un nervio colectivo en España. Y cuando ese nervio se corta —por un apagón o por un fallo técnico—, el país entero entra en cortocircuito. Literalmente.
Afortunadamente, el apagón no coincidió con la gran final. Pero la próxima vez que se vaya la luz… muchos mirarán el calendario antes de encender las velas.