Ronaldo y Gianni Infantino desvelan el trofeo del Mundial de Clubes, pero, ¿Es este el final de Ronaldo en Valladolid?

Ronaldo Nazário sigue siendo uno de los grandes nombres del fútbol, y su última aparición junto a Gianni Infantino, presidente de la FIFA, no fue para menos. Juntos desvelaron el nuevo trofeo del Mundial de Clubes, un momento que, sin duda, causó revuelo. El brasileño, un emblema del fútbol mundial, no solo brilla en el campo (aunque ya no lo haga con los botines puestos), sino también en el mundo institucional. Pero, ojo, porque entre la emoción de este evento, el panorama de su equipo, el Real Valladolid, es tan gris que parece sacado de una película de terror.
¡QUÉ MOMENTO! 😍@Ronaldo y Gianni Infantino desvelan el trofeo del Mundial de Clubes 👏🏻#FIFACWC pic.twitter.com/JGFUT4ba3J
— DAZN España (@DAZN_ES) December 5, 2024
El Real Valladolid: Una caída libre con más de 27 goles en contra
Si eres aficionado del Real Valladolid, la temporada te está costando tanto como una maratón de tres días con resaca. El equipo es colista de La Liga, lleva solo dos victorias y, por si fuera poco, es el equipo más goleado del campeonato con 27 goles en contra. ¿El colmo? La situación deportiva parece ser el menor de los problemas. La cosa está tan turbia en el club que se podría escribir un libro sobre caos institucional.
El último desastre llegó en la derrota ante el Getafe (2-0), que hundió aún más al Valladolid en lo más profundo de la tabla. La escuadra pucelana no solo está teniendo la peor temporada en su historia en Primera, sino que también está viviendo una guerra civil interna. Los aficionados, que ya estaban en modo crisis, vieron cómo el presidente Ronaldo, en lugar de dar la cara en el palco del estadio, estaba jugando al tenis y compartiendo fotos de su participación en el Galácticos Open en sus redes sociales. Sí, lo has leído bien: mientras su equipo se hundía en Madrid, él estaba en plan influencer.
Promesas de gloria… y la cruda realidad
Cuando Ronaldo compró el Real Valladolid hace cinco años, nos prometió un proyecto de ensueño: un equipo que lucharía por la Champions League en pocos años, con una estructura sólida y económica que llevaría al club a la cima del fútbol español. ¿Qué tenemos ahora? Un equipo que lucha por no bajar a Segunda División y un presidente que parece más interesado en el tenis y las redes sociales que en el futuro de su club.
¿Recuerdas aquel mensaje tan esperanzador de Ronaldo en el foro World Football Summit, donde dijo que en cinco años el Valladolid pelearía por la Champions? Pues parece que nos ha dejado todos en “modo error 404”. La situación actual parece más bien un “proyecto fallido”, y las críticas no dejan de llegar. Los carteles de "Ronaldo Go Home" empiezan a multiplicarse en el estadio José Zorrilla, y la hinchada ya no aguanta más.

Ronaldo: ¿el salvador o el gran fracaso?
Hace poco, Ronaldo ejecutó una ampliación de capital de 5,1 millones de euros a través de la sociedad con la que controla el Valladolid. Sin embargo, este movimiento no parece ser para salvar al club, sino para salvar sus propios intereses. ¿A qué jugamos? Con el club colista y las perspectivas de venta a la baja, parece que Ronaldo está buscando vender el Valladolid de la misma manera que lo hizo con el Cruzeiro: cuando las cosas pintan feas, mejor cortar por lo sano.
Mientras tanto, la relación entre la grada y el cuerpo técnico sigue siendo un chiste malo. Paulo Pezzolano, el técnico, ha sido tan criticado que no solo los aficionados le piden la dimisión, sino que él mismo se ha unido al coro de despedidas, gritando “¡Pezzolano, dimisión!” en pleno Ayuntamiento de Valladolid. La conexión entre el entrenador y los jugadores es tan mala que, tras ser expulsado en un partido reciente, ni siquiera apareció a la rueda de prensa. Al final, fue su segundo entrenador quien tuvo que dar la cara.
¿Es este el final del sueño de Ronaldo en Valladolid?
Ronaldo quería ser el salvador del Real Valladolid, pero por ahora parece que está haciendo el papel de espectador en su propio club. Con la situación deportiva en caída libre, los aficionados hartos y un presidente más preocupado por su imagen que por las necesidades del equipo, el futuro del club es incierto. Puede que Ronaldo haya tenido sus momentos de gloria en el fútbol, pero este no es precisamente uno de ellos.
El Real Valladolid necesita más que un trofeo brillante en manos de su presidente para volver a ser competitivo. Mientras tanto, Ronaldo, que sigue deslumbrando en los grandes eventos del fútbol, tiene que decidir si realmente está dispuesto a invertir el tiempo y los recursos necesarios para salvar al club que alguna vez soñó con llevar a la élite del fútbol español.