Los Ángeles 2028, no tendrá un logo
¿Qué harías si recibieras una llamada para colaborar en las creatividades de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028? Esa emoción indescriptible es la que han experimentado personalidades tan diversas como el diseñador Steve Harrington, la estrella pop Billie Eilish, un renombrado chef, un artista del mundo del tatuaje y la icónica actriz Reese Witherspoon, famosa por su papel en Sweet Home Alabama. Bajo la dirección de la campeona olímpica y ejecutiva Janet Evans, el objetivo es claro: posicionar a Los Ángeles como un espacio inclusivo, donde cada voz tiene un lugar y todas las historias pueden ser contadas.
En un giro sorprendente, Los Ángeles ha decidido romper con la tradición conservadora del diseño olímpico. La ciudad no solo ha abierto las puertas a diseñadores, sino también a figuras del espectáculo, el deporte y la cultura popular, creando una identidad olímpica verdaderamente única. Un ejemplo perfecto es la “A” del logotipo de Los Ángeles 2028, que contará con 26 versiones diferentes, cada una diseñada por una personalidad distinta. Estos conceptos no son solo gráficos; representan ideas como la igualdad, la diversidad, la tradición deportiva, la libertad y la internacionalidad, reflejando la esencia multifacética de la ciudad.
Esta iniciativa también rompe con el esquema tradicional de mostrar diversidad a través de un simple patrón de colores. En cambio, Los Ángeles ha optado por dar voz a su comunidad en toda su complejidad. Celebridades e iconos locales como Bobby Hundreds, Chaz Bojórquez, Alex Morgan, Steven Harrington, Billie Eilish y Alex Israel han participado en cortometrajes de un minuto, compartiendo su visión única de la ciudad y su contribución al proyecto.
Es esencial destacar la labor de los diseñadores profesionales que, trabajando en colaboración con atletas y creativos, han logrado plasmar los conceptos en logotipos dinámicos y adaptables a la era digital. En este sentido, Los Ángeles 2028 marca un antes y un después en la historia de los Juegos Olímpicos, al priorizar la flexibilidad y la inclusión en su proceso creativo.
Hace más de 30 años, el logotipo de Los Ángeles 1984 contaba una historia muy diferente, con tres grandes estrellas y los colores de la nación como protagonistas. Hoy, en un mundo hiperconectado y globalizado, el énfasis ha cambiado. Ya no es necesario reforzar los códigos de nación o ciudad que todos conocemos, sino contar historias que trascienden fronteras y conectan a personas de todas partes.
Casey Wassermann, presidente de Los Ángeles 2028, lo resume perfectamente: "Luchamos durante un tiempo con la tensión entre los emblemas tradicionales de los deportes, que son estáticos, y Los Ángeles, una ciudad dinámica y cambiante. Cuando le preguntas a la gente qué representa Los Ángeles para ellos, obtienes muchas respuestas diferentes".
Así, Los Ángeles 2028 no solo será una celebración del deporte, sino una plataforma para la creatividad, la diversidad y la innovación, redefiniendo lo que significa ser una ciudad olímpica en el siglo XXI.
