El Atlético de Madrid se lleva los conciertos más grandes del verano… y millones de euros
La temporada de fútbol terminará, pero el estadio del Atlético de Madrid no se tomará vacaciones. Todo lo contrario: se llenará de música, luces y miles de asistentes para acoger algunos de los conciertos más esperados del año. Aitana, Ed Sheeran, Imagine Dragons, AC/DC, Manuel Carrasco, Duki, Karol G o Lola Índigo son solo algunos de los nombres que pasarán por el Metropolitano en los próximos meses.
Millones en juego: un verano rentable para el Atlético de Madrid
Cada concierto de estas magnitudes supone una inyección económica importante. Hablamos de cifras millonarias por alquiler del estadio, merchandising, servicios y proyección de marca. El Atlético, además de diversificar ingresos, consolida el Metropolitano como un venue de referencia internacional. En plena era post-pandemia y con la competición por eventos en auge, este tipo de estrategias pueden marcar la diferencia en el balance anual del club.
El golpe al Bernabéu: los problemas de sonoridad le pasan factura
Lo más sorprendente de esta avalancha de conciertos en el Metropolitano es que muchos de ellos estaban inicialmente previstos para el Santiago Bernabéu. Sin embargo, los problemas de sonorización del renovado estadio del Real Madrid han obligado a los artistas a buscar alternativas. El Metropolitano ha sido el gran beneficiado, demostrando que no solo es competitivo en el terreno de juego, sino también en el ámbito del espectáculo.
Aitana se muda del Bernabéu al MetropolitanoA
Uno de los casos más comentados es el de Aitana, que finalmente dará sus conciertos en el Metropolitano. La artista catalana se suma así a una larga lista de estrellas que han elegido al estadio rojiblanco como sede. Un movimiento que ha sido celebrado tanto por el club como por sus fans, que podrán disfrutar de una experiencia acústica de mayor calidad.
Un verano inolvidable que fortalece la marca Atlético
La apuesta del Atlético de Madrid por abrir su estadio a los grandes conciertos no es nueva, pero este año alcanza un nuevo nivel. Convertirse en el epicentro cultural de la ciudad durante el verano refuerza su imagen moderna, cercana y global. Mientras el balón descansa, el Metropolitano seguirá vibrando. Esta vez, al ritmo de la música.