De la lotería al Lambo: la jugada ‘en chino’ que acorrala a Laporta
La calma nunca parece durar demasiado en los despachos del FC Barcelona. Apenas unas semanas después de sortear los retos de inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor bajo las estrictas normas del "fair-play" financiero de LaLiga, un nuevo frente legal golpea la puerta del presidente del club, Joan Laporta. En esta ocasión, el foco está en una querella por presunta estafa, presentada por una familia que, según su abogado, perdió su fortuna tras ganar la lotería. Lo que comenzó como un golpe de suerte terminó en una inversión fallida, un laberinto empresarial con sede en Hong Kong y la promesa incumplida de un retorno del 6% anual.
Un "premio millonario" que se convirtió en problema
La historia se remonta a 2014, cuando un matrimonio y su hija ganaron 34 millones de euros en la Primitiva. Como suele suceder en estos casos, los nuevos millonarios decidieron cumplir algunos "sueños personales", como la compra de un Lamborghini en un concesionario de Sant Cugat. Pero lo que parecía una historia de éxito dio un giro inesperado.
En el propio concesionario, un comercial les propuso invertir una parte de su premio en una sociedad presuntamente "vinculada a Joan Laporta". La oferta se presentó como una oportunidad única, con el apoyo de una asesora financiera de Bankinter, quien además mantenía una "relación personal" con el vendedor. Así apareció en escena CSSB Limited, una empresa con sede en Hong Kong que gestionaba un equipo de fútbol amateur en China, prometiendo rendimientos elevados.
Promesas incumplidas y sospechas en el aire
Convencidos por los intermediarios y animados, "según aseguran", por la implicación indirecta de Laporta, quien los invitó al palco del Camp Nou en varias ocasiones, la familia decidió invertir 2,4 millones de euros en la sociedad. La promesa: un retorno del 6% en tres años. Sin embargo, según la querella presentada, los beneficios solo llegaron en los dos primeros meses. A partir de ahí, las respuestas fueron evasivas, los plazos se alargaron y el dinero no volvió.
El abogado de la familia, Joan Comas, sostiene que los demandantes "fueron engañados" por un entramado opaco. Alega que la falta de información clara, los contratos redactados en chino y las excusas sobre la supuesta venta del club para recuperar la inversión terminaron por convencerlos de que habían sido víctimas de una estafa. Ahora, reclaman 4,7 millones de euros por los daños sufridos.
¿Cuál fue el papel de Laporta?
Uno de los puntos más controvertidos del caso es la implicación de Joan Laporta. Según la parte demandante, existen "pruebas" de movimientos bancarios que relacionan al presidente del Barça, al comercial del concesionario y a la asesora financiera con los fondos de la inversión, entre agosto de 2016 y agosto de 2018. La familia insiste en que depositó su confianza en Laporta, dada su notoriedad pública, sin cuestionar los riesgos del negocio.
Por su parte, Laporta niega cualquier participación directa en la operación. Ha declarado que su bufete de abogados, Laporta & Arbós, no intervino en captar la inversión y asegura que esta ya estaba en marcha cuando se le vinculó con la familia. También recuerda que la denuncia fue inicialmente archivada al no encontrarse indicios claros de delito, aunque la Audiencia Provincial reabrió el caso recientemente para tomar declaración a todos los implicados.
Justicia pendiente y dudas por resolver
El próximo lunes, Laporta deberá comparecer en el Juzgado de Instrucción número 6 de Barcelona. En la misma sesión también declararán el comercial y la asesora financiera. Aunque no se espera que el presidente del Barça haga declaraciones públicas, las sospechas sobre su implicación directa o indirecta en el caso siguen generando debate.
Desde su entorno, insisten en que estas "acusaciones" forman parte de un intento de desprestigiarlo, argumentando que otras personas investigadas han señalado que todas las decisiones relacionadas con la empresa eran ajenas a Laporta.
¿Un caso de azar o negligencia?
Este caso abre varias preguntas inquietantes: ¿Cómo una familia recién convertida en millonaria terminó involucrada en una inversión tan arriesgada? ¿Hasta qué punto un personaje público como Laporta puede desligarse de operaciones en las que su nombre se utiliza para generar confianza? ¿Es esto una muestra más de la vulnerabilidad de quienes no tienen experiencia financiera frente a ofertas aparentemente seguras?
Lo cierto es que, por ahora, el desenlace está en manos de la justicia. Mientras tanto, el nombre de Joan Laporta vuelve a ser el centro de la polémica, y el debate sobre la ética en torno a este tipo de operaciones sigue abierto. ¿Es este un caso aislado o una señal de un problema más amplio?