Ilia Topuria "olvida" su pelea con Makhachev y pide un combate con el luchador que más odia de la UFC

Ilia Topuria no quiere enfrentarse a Paddy Pimblett solo por ranking, títulos o espectáculo. Lo suyo va mucho más allá. Para el peleador hispanogeorgiano, se trata de una cuestión personal, de orgullo y de cuentas pendientes con alguien a quien no duda en calificar como “odioso”.

Todo empezó en 2022, cuando Paddy lanzó unos comentarios que, según Topuria, cruzaron todos los límites. No fueron simples provocaciones entre luchadores. Fueron burlas hacia el pueblo georgiano, haciendo referencia al conflicto con Rusia, y para Ilia, eso no se olvida.

“No es solo un rival deportivo. Le desprecio. Le tengo asco por lo que dijo. Y cuando lo tenga delante, se lo voy a recordar con cada golpe.”

Desde entonces, la tensión no ha hecho más que crecer. Aunque sus trayectorias han seguido caminos distintos, ambos se acercan peligrosamente en el ranking del peso ligero. Pimblett acaba de firmar una victoria clave ante Michael Chandler en UFC 314, mientras que Topuria sigue invicto (16-0) y apunta directamente al cinturón mundial.

Pero entre todo ese camino hacia la gloria, Ilia tiene una obsesión: destruir a Paddy dentro del octágono.

“Quiero esa pelea. No por fama, ni por dinero. Quiero cerrarle la boca por todo lo que ha dicho. Para mí, es algo personal. Esa pelea vendería sola. No necesita cinturón. Solo necesita que nos encierren en una jaula.”

La posibilidad de un combate entre ambos, incluso en España, ha sido mencionada en varios medios. Topuria llegó a bromear con que el combate podría celebrarse en el Santiago Bernabéu ante 80.000 personas, algo que UFC no ha hecho nunca en Europa continental. Pero más allá de lo mediático, Topuria ve ese enfrentamiento como una forma de ajustar cuentas.

Paddy, por su parte, ha seguido lanzando pullas. En su última rueda de prensa, incluso se refirió a Ilia como "El Chorizo", ridiculizando su origen. A eso, sumó provocaciones sobre su físico y dejó caer que “le haría lo mismo que a Chandler”. Nada nuevo en él, pero suficiente para reavivar el fuego que ya ardía en Topuria.

¿Rivalidad con historia o vendetta personal?

En un deporte donde las rivalidades suelen tener algo de teatro, esta parece genuina y visceral. No se trata de una pelea más. Se trata de dos luchadores que se detestan, que han compartido vestuarios y eventos, y que ahora caminan hacia una inevitable colisión.

Topuria ya tiene en mente el título. Pero no olvida a Pimblett. Lo tiene en la lista, como un ajuste de cuentas pendiente. Como una pelea que, gane o pierda, necesita hacer. Porque para él, hay enemigos que no se pueden ignorar. Solo se pueden enfrentar.