La cuenta pendiente con Palmer

efe

El 8 de julio de 2023, en el escenario imponente del Estadio de Batumi en Georgia, se escribió un nuevo capítulo en la historia del fútbol juvenil europeo. La selección sub-21 de Inglaterra enfrentó a su homóloga de España en la final de la Eurocopa de la categoría, culminando el torneo con un momento tanto memorable como controversial. Santi Denia y su equipo vieron cómo el triunfo se les escapaba en los últimos momentos de la primera parte del alargue, gracias a un gol de Cole Palmer, entonces jugador del Manchester City.

El gol llegó de una falta ejecutada por Palmer, que terminó en la red defendida por Arnau Tenas. Sin embargo, la legitimidad del tanto quedó en entredicho. Inglaterra había colocado a dos jugadores justo delante de la barrera española, contraviniendo la regla 13 de la IFAB que estipula que los jugadores atacantes deben mantenerse al menos a un metro de distancia de la barrera si esta está formada por tres o más defensores. Además, el balón rebotó en Curtis Jones antes de despistar a Tenas y entrar en la portería, sumando otro elemento de controversia al juego decisivo.

La celebración de Palmer tras el gol fue tan efusiva como provocativa, realizada cerca del banquillo español y con una mirada desafiante que no pasó desapercibida. Este gesto encendió los ánimos y derivó en una confrontación entre ambos equipos. El resultado fue la expulsión de Ashley Cole, miembro del cuerpo técnico inglés, y del preparador físico español Carlos Rivera, mientras que jugadores como Levi Colwill y Oihan Sancet recibieron tarjetas amarillas.

De aquel equipo subcampeón, sólo Álex Baena logró ascender a la plantilla principal de España para la Eurocopa, a diferencia de sus compañeros como Tenas, Víctor Gómez, y otros, que no han tenido el mismo destino. Sergio Gómez, que en aquel entonces compartía vestuario en el City con Palmer, expresó su disgusto por la actitud de Palmer, dejando entrever la tensión que aún perdura: "No sé si hablaremos o si me dirá algo. Si me quiere pedir perdón, que me lo pida, pero la verdad es que no ha sido una buena actitud."

Un año después de ese encuentro, Palmer y España, con Baena como testigo principal, se encuentran nuevamente en circunstancias diferentes. Ambos son suplentes habituales en la Eurocopa actual, pero han tenido momentos decisivos cuando les ha tocado jugar. Mientras Palmer ha sido clave en las segundas partes de los últimos juegos, Baena tuvo una participación más limitada. Ahora, con la próxima confrontación en Berlín, surge la oportunidad para España de sanar las heridas abiertas en aquel partido sub-21, en un contexto de posible revancha que carga con el peso de la historia y la emoción del deporte.