Koeman vs Southgate batalla de superación

Ni Koeman ni Southgate han podido disfrutar de la Eurocopa con tranquilidad. Especialmente Southgate, cuya selección ha generado más dudas que la de los Países Bajos, que ha ido mejorando hasta alcanzar una ronda inesperada para muchos. En el combinado británico, finalista anterior y derrotado en Wembley por Italia en los penaltis, se esperaba mucho, con una selección llena de figuras internacionales casi insuperable.

Pero algo falló en Southgate, que no ha logrado que sus jugadores funcionen como en torneos anteriores. Siempre ha ocurrido algo que ha desestabilizado al campamento inglés, que hasta su clasificación para las semifinales no pudo respirar tranquilo. El primero en alterar la paz fue el propio Southgate, quien antes del inicio de la Eurocopa aseguró en una entrevista que si no ganaba el título dejaría el cargo después de ocho años.

Tampoco ayudaron sus experimentos en las alineaciones. Primero, insistió en citar a solo un lateral izquierdo zurdo, Luke Shaw, lesionado desde febrero y a quien esperaba recuperar para el segundo encuentro. No apareció hasta cuartos de final y solo para jugar unos minutos, mientras Kieran Trippier tuvo que arreglárselas a pierna cambiada durante todo el torneo.

Después, apostó por un lateral derecho como Trent Alexander-Arnold para acompañar a Declan Rice en el centro del campo. No fue una decisión afortunada y a partir de octavos jugó con un joven como Kobbie Mainoo, mientras suspiraba por Kalvin Phillips, a quien pudo llamar pero dejó en tierra por su mala temporada en el West Ham.

Y ya en cuartos de final, para enfrentarse a Suiza, apostó por jugar con tres centrales (Kyle Walker, John Stones y Ezri Konsa) y dos laterales largos como Trippier y Bukayo Saka. Inglaterra, por fin, mejoró, pero tampoco fue una fiesta del buen fútbol. Solo al final, con la aparición de Cole Palmer, siempre suplente pero deseado por la afición, y con el renacimiento de Saka, se salvó de ser eliminado. Jordan Pickford también colaboró, deteniendo un penalti en la tanda a Manuel Akanji.

Esa será la fórmula que probablemente utilizará Southgate, quien, si no hay sorpresas, repetirá con los tres centrales, sin Konsa, que sustituyó al sancionado Marc Guéhi y regresará al banquillo ante Países Bajos. También estará listo Jude Bellingham, el otro héroe del torneo para Inglaterra con sus goles decisivos, primero contra Serbia en la fase de grupos y luego en octavos contra Eslovaquia con una inolvidable chilena en el último segundo que rescató a su selección de una pronta eliminación.

Países Bajos, mientras tanto, tampoco ha tenido un viaje cómodo por la Eurocopa. Especialmente en la fase de grupos, donde terminó tercero detrás de Francia y Austria, generando muchas dudas. Koeman y sus jugadores, pero sobre todo Koeman, aguantaron una lluvia de críticas por un juego irregular, carente de identidad, y un técnico que no dudó en criticar abiertamente a algunos de sus jugadores tras la derrota ante Austria (2-3) en el tercer partido.

Uno de los más afectados fue Joey Veerman, a quien señaló tras sustituirle en la primera parte del choque ante Austria: "Se supone que es bueno con el balón, pero se tropezaba", dijo. Y no era la primera vez que Koeman reaccionaba así con alguno de sus hombres. En marzo, después de un amistoso contra Polonia, le tocó el turno a Xavi Simons: "Hay que aprender poco a poco que en Holanda no nos beneficia perder tanto el balón", afirmó.

Pero la realidad es que, con críticas o sin ellas, con buen o mal fútbol, ahí están los Países Bajos, en semifinales y con toda su plantilla lista, sin lesionados ni sancionados, preparados para derrotar a Inglaterra. Cody Gakpo, Memphis Depay, Virgil van Dijk y el héroe ante Turquía, el portero Bart Verbruggen, están listos para desafiar a la Inglaterra de Southgate, que aunque recibe muchas críticas, tiene datos que las contradicen: el técnico británico dirigirá su tercera semifinal en cuatro torneos desde que llegó al cargo hace ocho años. Casi nada. Eso sí, ambos equipos se enfrentarán por primera vez a una selección importante en las eliminatorias: Rumanía, Turquía, Eslovaquia y Suiza no lo eran.