O'Callaghan le roba la medalla a Titmus

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Si alguien podía evitar la victoria de Titmus, que buscaba conseguir su segundo oro en la capital francesa tras su triunfo en los 400 metros libres, era O'Callaghan, quien se tomó la revancha de lo sucedido el pasado mes de junio cuando Titmus le arrebató el récord mundial que poseía.

Esta circunstancia convirtió a Ariarne Titmus en la principal favorita para revalidar el oro que ganó hace tres años en Tokio.

Sin embargo, O'Callaghan parecía haber aprendido muy bien la lección de lo ocurrido en las pruebas de selección olímpicas australianas y guardó fuerzas para el último tramo de la competencia.

Todo lo contrario que la hongkonesa Siobhan Haughey, quien intentó romper la prueba con una explosiva salida, lo que permitió a la asiática, plata hace tres años en los Juegos de Tokio en los 100 y 200 metros libres, llegar con ventaja al último tramo sobre las dos nadadoras australianas.

Esa diferencia se desvaneció por completo en los últimos 50 metros, que Haughey, visiblemente fatigada, nadó en 29.58 segundos, casi un segundo más que la australiana Titmus.

Pero cuando todo parecía destinado para el triunfo de Ariarne Titmus, irrumpió como un rayo en escena Mollie O'Callaghan, que, con unos espectaculares 27.98 segundos finales, se alzó con la medalla de oro con un tiempo de 1:53.27.

Medio segundo menos que Titmus, quien no solo tuvo que conformarse con la plata con un crono de 1:53.81, sino que también vio cómo O'Callaghan le arrebataba el récord olímpico que había logrado en Tokio.

Por su parte, la hongkonesa Siobhan Haughey resistió y se llevó la medalla de bronce con un tiempo de 1:54.55 minutos.

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