¿Por qué Courtois también es "odiado" en su selección?

Thibaut Courtois ha vuelto a ser protagonista, esta vez no por sus paradas, sino por su polémico regreso a la selección belga tras la destitución de Domenico Tedesco. El guardameta del Real Madrid aprovechó su reincorporación para explicar a sus compañeros los motivos que lo llevaron a renunciar a los Diablos Rojos, aclarando lo que él considera “información errónea y medias verdades”.
Una historia que recuerda a la que protagonizó en España. De héroe del Atlético de Madrid a villano en la capital, el belga pasó de celebrar títulos con el equipo colchonero insultando a los madridistas, a enfundarse la camiseta blanca y hacer lo propio con la afición rojiblanca. Una actitud que no solo le ha valido el desprecio en Madrid, sino que también le ha generado conflictos dentro de su selección nacional.
Las explicaciones de Courtois a la selección belga
En su regreso a la concentración, Courtois no tardó en dirigirse al grupo:
“Hablamos con el equipo y la conversación fue positiva. Había muchas incomprensiones y desinformación, así que quise contar mi versión. Pude aclarar muchas cosas, como el tema del brazalete de capitán. No fue el problema principal, pero sí la gota que colmó el vaso. Lo que pasó con el seleccionador dañó la confianza. Ahora todos entienden mejor mi postura”.
El portero también detalló los verdaderos motivos de su renuncia:
“La temporada 2023 fue larga y esto fue el detonante. Tenía problemas físicos, pero aún así quería jugar con Bélgica. El entrenador no se acercó ni una sola vez a hablar conmigo. Nunca me había pasado algo así. Me sentí irrespetado y supe que no había vuelta atrás. Sé que no tengo el carácter más fácil, soy un ganador y no puedo cambiar quién soy”.
El carácter de Courtois: un problema recurrente
Courtois no es ajeno a las polémicas. Al igual que en España se ganó el desprecio de la afición atlética tras fichar por el Real Madrid y cambiar sus lealtades, en Bélgica ha sido un personaje divisivo. Sus problemas con el cuerpo técnico y sus declaraciones han generado tensión en el vestuario.
El propio portero lo admite:
“Tal vez habría actuado de otra manera con mis compañeros y la afición. Quizás debería haber llamado a ciertas personas para explicarles cómo me sentía. Pero soy quien soy, no voy a cambiar. Quiero rendir en el campo y demostrar que sigo queriendo jugar con Bélgica. Espero que la afición me acepte de nuevo”.
Sin embargo, el tiempo dirá si su regreso a la selección belga será bien recibido o si, como ocurrió en Madrid, su carácter y decisiones seguirán generando controversia.